Myrna García Morón, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, acompañó a Alejandra en sus primeros pasos en libertad, tras más de siete años de prisión.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), Myrna Araceli García Morón, aseguró que la liberación de Alejandra “N” se concretó con base en el pronunciamiento de amnistía hecho por el organismo defensor mexiquense, el pasado 27 de mayo ante el Poder Judicial, a partir de sus circunstancias de vulnerabilidad, por lo que ahora recibió una nueva oportunidad de vida.
La titular de la CODHEM refirió que la Ley de Amnistía del Estado de México, aplicada en delitos de alto impacto como éste, es una oportunidad reparadora. Refirió que con la amnistía el Estado perdona y olvida los efectos de la ley penal a Alejandra, sentenciada a 40 años de prisión por haber privado de la vida a quien era su esposo, sólo que ni en la investigación ni en su juzgamiento, se consideró la violencia familiar, sexual, psicológica, patrimonial, vicaria e institucional que padeció por más de 14 años.
La CODHEM, como organismo público defensor de derechos humanos, es una autoridad facultada para hacer planteamientos de amnistía sobre delitos de alto impacto; sin embargo, precisó que para que proceda una solicitud, “se tienen que reunir una serie de requisitos de vulnerabilidad de las personas procesadas o sentenciadas por dichos delitos”.
Explicó que la CODHEM examina objetivamente las solicitudes de amnistía a través de un grupo multidisciplinario: analiza el caso, investiga, realizan entrevistas y se revisa el proceso o el proceso con su sentencia, con el objetivo de detectar si hubo o no violaciones a derechos humanos. Aclaró que la amnistía “no es otra oportunidad para ser juzgados”, sino el perdón y el olvido de la causa penal.
Tras la revisión minuciosa que se hizo del caso de Alejandra, la CODHEM advirtió que la solicitante reunía varias de las categorías de vulnerabilidad: ser mujer, persona privada de la libertad, víctima de violencia intrafamiliar sistemática por más de 14 años y, también, víctima de violaciones a sus derechos humanos.
En este contexto, el 15 de julio, servidores públicos del Juzgado de Ejecución Penal de Toluca, en Almoloya de Juárez, notificaron a Alejandra la procedencia de su amnistía, del derecho al olvido legal y de su libertad inmediata.
García Morón acompañó a Alejandra “N” en sus primeros pasos en libertad, como beneficiaria de la Ley de Amnistía, tras haber permanecido en el penal de Santiaguito, durante siete años, tres meses y 14 días, por lo que calificó el resultado del proceso como “una segunda oportunidad de vida y una nueva oportunidad para estar con su familia, con sus dos hijos y sus padres”.
Tras su salida, Alejandra agradeció la intervención de la CODHEM, “nunca había visto una Comisión de Derechos Humanos tan empeñada en su trabajo, tan profesional”, y destacó la intervención profesional y humana del equipo de trabajo que hizo posible su libertad.
La presidenta de la CODHEM llamó a las autoridades a “ser sensibles ante la condición particular de las mujeres víctimas de violencia”. Dijo que, como lo ha señalado la Corte, Alejandra sólo tenía dos posibilidades para liberarse de la grave violencia que vivió en su matrimonio de 14 años: ser una víctima más de feminicidio o detener a su perpetrador en un acto de defensa.
Asimismo, García Morón reconoció la empatía y efectividad con la que el Poder Judicial analizó y consideró las circunstancias del caso de Alejandra, con el que se sentó un precedente para hacer justicia a otras mujeres víctimas de violencia en la entidad y para revisar más casos bajo las perspectivas de género y de derechos humanos.
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