Por José Álvarez.
El ministerio público falta por completo a su deber de lealtad y de probidad, que es el de dar todas las garantías a los ciudadanos que podemos ser investigados, pero esas indagatorias deben ser lo más objetivas posibles, siempre que se cuente con algún indicio o dato de prueba consistente para poder imputar un delito tan delicado y grave como es el secuestro, que es en el caso que nos ocupa en este momento.
Así lo expresó la licenciada Norma Angélica Hernández López, representante de la fundación “Mujeres construyendo” que está apoyando en la defensa de Jesús Floriberto Salazar Romero; a él lo citan derivado de que familiares de la víctima de un secuestro, obtuvieron un número telefónico que está a nombre de Salazar Romero, solo eso fue suficiente para el que ministerio público considerara que Jesús tenía relación con el secuestro o bien que era el secuestrador, lamentó la abogada.
Norma Angélica Hernández López, considera también como una lástima que la fiscalía general de justicia del estado, aun contando con todos los medios técnicos y tecnológicos para elaborar los dictámenes y que el código nacional de procedimientos penales, la constitución y los tratados internacionales que, en este momento establecen que el ministerio público debe ser imparcial en cualquier investigación, no obstante, en este caso concretamente se ha faltado a todo lo anterior.
La abogada mencionó que la fundación que ella representa, dará total apoyo a quien es una víctima de los vicios que por muchos años han permitido que inocentes terminen en prisión, por situaciones como la que hoy enfrenta Jesus Floribero Salazar Romero.
Jesús Floriberto Salazar Romero, recibió el pasado 5 de junio una notificación para que se presentará a declarar en calidad de imputado como presunto responsable del delito de secuestro.
Ante esto, Salazar Romero, acudió a la cita; en ese momento fue informado por el licenciado Agustín Enrique Uribe Morales, agente del ministerio público adscrito a la fiscalía especializada en secuestro, que la familia afectada por un secuestro, había realizado investigaciones por cuenta propia que arrojaron como resultado que las llamadas telefónicas que recibieron, provenían de un número celular que se encontraba registrado a nombre de Jesús Floriberto Salazar Romero, con un domicilio en la zona del aeropuerto de Toluca, que no corresponde al
Sin corroborar que pudiera tratarse de un homónimo o incluso de un posible robo de identidad, el representante social, amagó con detener y enviar a prisión al imputado.
Luego de saber de la gravedad del problema Salazar Romero, también inició con recursos propios la investigación que ha sido aportada al MP en ella se evidencia que las llamadas y ubicaciones del imputado no corresponde en con las del número del que se comunicaron los secuestradadores, distando mucho un número de otro.
Estás investigaciones lejos de facilitar el trabajo del representante social, al parecer representaron para él un obstáculo en su propósito que no es el de impartir justicia, si no el de fabricar culpables, puesto que además de desestimar la utilidad del registro de llamadas y toda una investigación que debió ser hecha por la fiscalía y que al final fue costeada por Jesús Floriberto Salazar, lo que provocó la cólera de Ministerio público que de inmediato se apresuró a señalar que esas investigaciones no deben ser hechas por los ciudadanos y que de continuar con estas acciones, el habría de emprender acciones para castigar
Jesús Salazar, también refiere que el ministerio público mencionó que, ante la presión de los familiares de la víctima de secuestro, el ministerio público Agustín Enrique Uribe Morales, necesita tener a un detenido en la cárcel.
La familia de Jesús Floriberto Salazar Romero, hace un llamado a las instancias de justicia y al gobierno a tomar acciones que permitan que se haga justicia para las víctimas de un delito tan deleznable, pero no atropellando los derechos de una persona INOCENTE, de reputación honorable que sin tener absolutamente nada que ver es víctima de un sistema de justicia, plagado de vicios.
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