Por: José Moisés de la Luz
Alumnos de la escuela preparatoria oficial 51 de san Mateo Atenco, han construido una bella tradición en su institución al celebrar con luminosidad el día de muertos.
La ofrenda rodante se ha convertido a través de los años en una tradición, producida por el alumnado de esa institución educativa.
Una manifestación cultural que genera expectación entre los vecinos de esa demarcación que ya esperan el vistoso y por momentos impresionante desfile de carros alegóricos en los que se retrata lo más arraigado de las tradiciones mexicanas en el culto a la muerte.
Desde el lejano 2007 participan cerca de 230 alumnos apoyados por sus padres, haciendo un esfuerzo muy grande al reunir los fondos necesarios y costear el vestuario, así como para dar lustre a una actividad lúdica y cultural que este año fue dedicado al estado de Oaxaca.
Catrinas y catrines, infaltables en estas fechas son acompañados por la banda de guerra de la escuela que abre paso al lúgubre-festivo desfile.
Alebrijes colosales, catrinas, ofrendas, esqueletos, música, reminiscencias prehispánicas, el sincretismo presente en una tradición mestiza, que recorre desde el barrio de Guadalupe y sigue luciendo imponente en las dos calles principales de la comunidad atenquense.
La ofrenda rodante de la preparatoria 51 es en realidad una gran producción escénica que involucra solamente a alumnos y profesores, pero, da vista y vida a un municipio en el que no solo es posible la producción zapatera, el comercio o la inseguridad; también es una realidad que entre la juventud existe la sensibilidad y la inclinación al arte.
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